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El mayor robo cultural de Israel: La cocina Palestina

Actualizado: 25 abr 2024

No es difícil hacer una búsqueda rápida por el internet y encontrar innumerables referencias hacia la cocina israelí, que por muchos años no fue siquiera cuestionada, quizás por muchas razones, aunque la mas acertada podría ser, ignorancia. El hecho de que la familiaridad occidental con la cultura culinaria del Medio Oriente sigue siendo limitada, ha hecho que sea mas fácil - lo que comenzó a mediados del siglo XX - el plagio.


Israel ha hecho enormes esfuerzos propagandísticos para apropiarse de la gastronomía palestina, lo que muchos llaman una “estrategia de falsificación”, destinada a despojarles de su identidad, mediante el robo de su cocina, como si no bastara ya, con ocupar sus tierras.

Famosos chef cocinan y etiquetan sus guisos como israelíes y aunque traten de persuadirnos de que si lo son, nada de eso lograra convencernos que el falafel o el hummus son sus tentempiés nacionales por excelencia. Y no solo el Hummus, el falafel, el baba ghanouj, la ensalada tabouli, el cuscus (maftool), el freekeh, la mujadara el pan pita y muchos otros platillos, han sido apropiados por isralies desde que comenzaron con la limpieza étnica en 1948, gran porcentaje de aquella sociedad israelí, eran judíos árabes que emigraron de países árabes, después de la formación del naciente estado de Israel hace casi 80 años y con ellos, trajeron auténticas comidas árabes de países como Irak, Marruecos y Yemen, el problema ocurrió cuando estos platillos comenzaron a ser nombrados como israelíes. 


Esto nos recuerda al famoso cómico palestino-estadounidense Mo Amer, que decía, “el hummus no existe en vuestro léxico, no sabéis ni pronunciarlo, ¿como puede ser su comida nacional?”. 

La palabra hummus es de origen árabes y de hecho, no existe en la lengua hablada israelí, el hebreo. Por lo que a los hablantes de hebreo se les dificulta dominar la ortoepía de la palabra “hummus”. Como no tienen “h” dura en el silabario hebreo, cualquier palabra arabe con “h” dura, la pronuncian mal, como una “kh”, en este caso “khummus” al igual que “tahini” por lo que lo han distorsionado el plato palestino “hummus bitahini” a “khummus bitakhini” casi como un insulto al idioma y a la cocina levantina.


Otro debate abierto es el origen del falafel, algunos dicen que Palestino, otros que es originario de Egipto, en cualquier caso, el ingrediente principal del falafel palestino es el garbanzo a diferencia de la versión egipcia, que se utilizan habas y la versión Israeli es una copia idéntica del palestino. 


Fadi Abboud, presidente de la Asociación de Industrialistas del Líbano, ya había expresado su molestia e incluso llevo a los tribunales Europeos el caso, aludiendo apropiación por parte de Israel de un sinnúmero de recetas y platillos, cuenta que la iniciativa surgió tras años de humillaciones en diversos festivales de cocina Mediterránea, “Llegabas al stand de Israel y veías que anunciaban como suyos esos platillos. ¡Hasta dicen que el Arak – licor tradicional árabe – es suyo!” recuerda. Inspirado quizás en una acción similar que llevo a cabo Grecia, para reivindicar la paternidad del queso feta, frente a la competencia de países como Holanda o Dinamarca, que acabo en el 2002 con una resolución de estos tribunales que les otorgo la patente.


Abboud insiste que, se puede discutir si el falafel es palestino, egipcio o libanés o si el hummus es libanés o sirio, pero una nación que lleva unas pocas décadas, no puede adjudicarse la autoria de platillos que lleva cientos de años en la cocina regional. 


Es posible que muchos cocinerxs israelíes, justificadamente digan que crecieron con estas recetas y platillos, pero no reconocer las complejas pero muy bien fundadas afirmaciones contra ellos - que finalmente expresan su individualidad a través de la comida – es una desfachatez, que ayuda a perpetuar la narrativa y el sistema que durante casi 80 años ha borrado y destruido a todo un pueblo. Si al menos se les denominaran platos del Medio Oriente o del Levante, estaríamos mas cerca de la verdad.

Y aunque sabemos que las recetas viajan, varían según la región o se convierten en platos iconos en otros lugares a pesar de la lejanía territorial y cultural, aquellas comidas siguen siendo apreciadas por su origen, sin urgencia de apropiárselos, ni con la necesidad obsesiva de falsificar una cultura para justificar su propia existencia. La comida israelí es parte integrante del proyecto para destruir y borrar intencionalmente un pueblo y su cultura. 


Lo cierto es que la colonización es un proceso violento que altera de manera fundamental la forma de vida de quienes son colonizados y los alimentos han servido históricamente como una herramienta en la colonización, sirven como vehículos para transmitir normas sociales y culturales, pero también para violentarlas.


Si como cocineros pudiésemos hacer aunque sea un gesto por la cultura palestina y su pueblo es mantener viva su cocina y su comida - algo que ellos mismos consideran como su más preciada herencia – visibilizándola cada vez que podamos, porque aquella comida nos habla de historia, de tierra y familias y sentir orgullo de su cultura que aun persiste a pesar de la extrema violencia que han sufrido.




SOBRE SOBERANIA ALIMENTARIA


Bajo el sistema de apartheid de Israel, los productores de alimentos palestinos han sufrido la expropiación de sus tierras, el desplazamiento forzado, la negación del derecho al agua, la negación de la libertad de movimiento, los ataques de la fuerzas militares y colonos israelís y hasta el acceso restringido a los mercados, lo que termino por destruir generaciones de patrimonio agrícola palestino en la Media Luna Fértil - región del cercano Oriente muy abastecida de agua dulce favorable para el desarrollo agrícola -.




ALGUNOS DATOS

 

Uvas – Berenjenas – Tomate y Cebollas


Las ordenes militares israelíes 1015 y 1039 requieren que los palestinos obtengan permisos para plantar ciertas frutas y verduras en Cisjordania. Con las políticas discriminarías han paralizado la capacidad que tenían los agricultores palestinos para competir con los productos de los asentamientos ilegales israelíes.

 

En cuanto a semillas: Las políticas agrícolas israelíes promueven las semillas comerciales, destruyendo variedades de semillas de herencia palestina.

En el 2021, Israel criminalizo a los Comités de la Unión de Trabajo Agrícola, que mantenían un banco de semillas palestinas.

 

Trigo – Cebada y Mijo


El 75% de las tierras agrícolas de Palestina se dedicaban al cultivo de granos antes de la colonización sionista. Hoy en día, Israel importa el 90% de la demanda local de trigo, esto mermo críticamente la biodiversidad de los cultivos y variedades locales adaptadas a lo largo de miles de años de bajo consumo y bajos insumos.

 

Sandia Jadu'i 


Planta que ha sido erradicada por variedades hibridas favorecidas por empresas de semillas israelíes, La sandia Jadu'i era conocida por su resistencia a las enfermedades y su adaptación al microclima, pero desde 1967, con la ocupación israelí, el sector agrícola palestino se ha ahogado con pesticidas químicos, herbicidas y fertilizantes e hizo que la famosa sandia se volviese susceptible a la epidemia de enfermedades fungicas trasmitidas por el suelo y la sandia se perdio.

 

Zaatar, Sage y Akoub


En 1977 Israel prohibió la recolección de zaatar y salvia silvestre, mientras que el akoub fue prohibido en el 2005, con esto se criminalizo una practica ancestral del pueblo palestino que basa su dieta en estos alimentos. Al menos 61 personas han sido acusadas en tribunales israelíes por “posesión o comercio de una planta protegida de 2004 a 2016.

 

Aceitunas


Hasta un millón de olivos han sido destruidos por autoridades israelies desde 1967. Al igual que colonos han vandalizado y robado cosechas de 1600 olivos durante la temporada de cosecha de 2021.

 

Setas

En el 2016, Israel obligo a una exitosa granja de hongos palestinos en Cisjordania a detener sus operaciones ya que fueron retenidas por autoridades palestinas importaciones esenciales y cobrarles miles en tarifas de almacenamientos en puerto.

 

Fresas – Tomates y Manzanas


Israel controla todas las importaciones y exportaciones de Gaza, prohibiendo que lo productos de Gaza, como las fresas, se vendan en mercados israelíes y restringiendo el acceso al mercado de Cisjordania. Ademas impusieron a muchos agricultores, protocolos tremendamente costosos para exportar tomates y se han encargado de controlar el 95% de la tierra ocupada en la región de Golan caracterizadas por cultivar frutas en terrazas.

 







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